sábado, 8 de octubre de 2011

Japón: Día 2

Esta mañana me he levantado sobre las 07:00h. y tal cual me levanto me asomo por la ventana de la habitación del hotel y... sorpresa! estaba lloviendo, bueno prácticamente ha estado lloviendo toda la noche, pero poquita cosa, el caso es que a pesar del tiempo que hacía, podía salir e ir a ver el Palacio Imperial, así que me doy un desayuno como dios manda, recojo las cosas y me voy directo hacia ahí.

Primer paso: Llegar hasta el Palacio Imperial

Tal y como veis en el mapa de metro la zona del palacio es esa área verde que hay justo en el centro, la que pone Otemachi.


El metro de Tokyo
Sin embargo, según he leído, hay guías que te indican la misma parada de Otemachi como la mas apropiada para acceder al Palacio Imperial y hay otras que te indican la estación de Tokyo, yo me he decantado por la de Tokyo, por que según parece por los mapas es la que te deja justo enfrente de la entrada principal.

Así que mi recorrido es de Z10 (Suitengumae) - Z08 (Otemachi) - M18 (Otemachi) - M17 (Tokyo)

Una vez salgo por una de las salidas que me indica uno de los guardias del metro, me encuentro en medio de una plaza rodeado de edificios de oficinas, la plaza se la ve un poco misteriosa con toda la niebla que la envuelve, pero en breve se despeja un poco y empieza a apretar la lluvia.

La plaza de la salida del metro - Estación Tokyo M17

Y así sin saber donde estoy me fijo en la calle mas grande que veo y decido ir en esa dirección, si me equivoco ya preguntaré, aunque no se a quien ni como por que no hay ni dios y si lo hubiera no me entendería ni yo mismo.

La calle elegida

Pues menuda suerte!, voy de camino al Palacio Imperial, y a la primera.

Justo antes de llegar me encuentro en una plaza con un par de fuentes y una cafetería, me pongo a resguardo para intentar secarme un poco y sigo, pero al no ver todavía el Palacio Imperial decido preguntar a un par de señoras que paseaban por ahí, las dos iban charlando de algo mientras se ponían las capuchas, hasta el momento en que aparezco y les pregunto si la dirección es correcta.

Las dos señoras les empieza a dar por reírse ahí delante mio mientras yo me estoy empapando con la lluvia, luego me dicen algo que no entiendo para nada y me indican la dirección con el dedo, de mientras la otra le da por inclinarse repetidamente como si tuviese un muelle pegado en la frente, luego le sigue la otra, mientras ellas todavía se están riendo yo me inclino como agradecimiento y sigo mi camino.

En este breve contacto me he dado cuenta de lo tímidos que llegan a ser muchos de los Japoneses, no es un caso puntual el de las señoras, se repite con mucha gente con la que he tenido que hablar.


Plaza de la fuente - Lado izquierdo 
Plaza de la fuente - Lado derecho

Sigo la dirección indicada por las señoras y en un momento llego al parquing de los jardines del Palacio Imperial, la lluvia todavía aprieta más y en la zona al ser un descampado empieza a soplar un viento fuerte.


El parquing del Palacio Imperial - Un ojo avispado podrá ver la silueta de la Torre de Tokyo difuminada por la niebla entre los dos rascacielos del centro de la imagen, futura visita anunciada


Segundo paso: Visitar el Palacio Imperial

Una vez en la plaza es fácil identificar las entradas al jardín, hay varias entradas, pero busco la que parezca la principal mientras sigo el foso que rodea los jardines, desde luego es un señor foso, además en algunos puntos se asoman maravillas como esta:

Palacio que se encuentra en el borde del foso

El tiempo empeora otra vez, ahora ya no son solo gotas gordas y frías, empiezan a caer de esas finas y en gran cantidad, va siendo hora de ponerme el poncho para la lluvia que me regalaron.

Llego a una de las entradas y decido entrar, paso la recepción y lo primero que me encuentro es con una caseta de los guardias tradicional de la época Edo si no me equivoco en las que las llamaban Bansho.


Bansho pequeño

Sigo unos metros mas y me encuentro en una pequeña esplanada con otra caseta de guardia pero bastante más grande, según el cartel la función era la misma pero con capacidad para mas personas.


Bansho grande

Sigo con mi ruta y me adentro en uno de los jardines que hay, me encuentro con un otro Bansho el cual veo que hay gente dentro poniéndose a salvo de la lluvia, hay incluso uno tan tranquilo leyéndose un periódico.

Me siento en el banco de fuera a resguardo de la lluvia y me doy cuenta de que a pesar de la que estaba cayendo, creo que era el mejor día para hacer esa visita, ya que las plantas estaban de un verde hermoso, el olor que hacía era el de la tierra y las plantas empapadas y apenas habían personas, se respiraba una sensación de calma y tranquilidad en el ambiente que conseguía relajarte por completo.


La imagen que hay desde el banco del Bansho

Parece ser que el tiempo vuelve a calmar y prosigo con el recorrido, en donde si voy siguiendo el camino que discurre por el jardín me encuentro con otra casa pero ésta no es un Bansho sino la Casa del Té:


La Casa del Té

Vuelvo a la ruta principal y busco el camino que me lleva a la zona superior de los jardines, en donde al llegar me encuentro con una gran esplanada, en esta esplanada tan solo hay una tienda de souvenirs con dos maquetas de representaciones de la Ciudad Imperial y una zona mas elevada en donde hay un mapa de como era todo antes de la reforma.


Antigua residencia del Emperador 
Como se desplazaba el Emperador

Como era el Palacio Imperial antes de las reformas

Para que veáis una comparativa de la imagen de arriba con lo que es a día de hoy, dos esplanadas con césped (las dos marcas redondas que quedan a la derecha)


Mapa actual de los jardines del Palacio Imperial

Tercer paso: Retirada

En este momento decido retirarme ya que voy completamente empapado de los pies a la cabeza, con esta lluvia el poncho no sirve para nada y pongo rumbo al hotel.

Pero antes de entrar en la estación me doy cuenta de un detalle que por lo que veo aquí es muy típico; sobreponer las carreteras unas encima de otras y que estas discurran por la ciudad sorteando los edificios a distintas alturas, es tal el montaje que no solo ponen una encima de otra y ya esta, sino que por lo que he visto las hay con hasta cuatro carreteras montadas!

Dos carreteras por encima la calle al lado de los jardines

Una de cuatro que tengo al lado del hotel - Justo a la izquierda quedaría el Koban del primer día

Imagínate esto; Estar en un edificio en el piso quince, abrir las ventanas y encontrarte una carretera enfrente tuyo, eso si, insonorizada con muros, como lo que hay en la Gran Vía de Barcelona pasado Glorias.

Justo antes de ir al hotel voy al restaurante de ayer a tomarme un buen plato de fideos calientes, que con este tiempo apetece más que nunca. No creo que esta tarde vaya a hacer nada con este tiempo.

- La Comida: Fideos con Verduras

Fideos con verduras crujientes


- La Cena: Fideos con Carne de primero

Fideos con carne muy tierna


- La Cena: Empanadas con Salsa de Segundo

Empanadas rellenas de carne con especias y acompañado de una salsa algo picante

Gracias por dedicar estos minutos a la lectura de mi blog en El Segundo Día
En cuanto me sea posible iré actualizando la pagina con los días que quedan.


3 comentarios:

  1. Muy bien piko fantástico como en el anterior. Sigue asi estas haciendo un trabajo estupendo, un saludo desde el otro lado del mundo! ;P

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  2. Vas a volver con cara de fideo!! xD
    Hace mucha rasca por allí o que??

    Ale sigue pasándolo bien!!

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  3. uaaaa Jandro que coño es esto de comida??? donde estan unos buenos macarrones!!!

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